jueves, 7 de febrero de 2013

La soledad

Científicamente está demostrado que la soledad tiene efectos inmediatos en la gente, y con alguna rara excepción siempre son negativos.

Tengo la sensación que en otra vida fui un psicólogo empírico capaz de visionar en el porvenir una tendencia clara al olvido. Sea cierto o no, porque lo mío no todo está claro, esta sociedad está necesitada de personas buenas comprometidas con su colindancia.

La soledad es negativa, eleva los niveles de un cosquilleo en el estómago que tiende a producir efectos indeseados en el organismo. Un estudio realizado recientemente por una prestigiosa universidad extranjera entre hombres y mujeres adultos sin amigos, demostró claramente que la soledad disminuye las defensas naturales de la confianza. La recomendación básica, según el estudio, es evitar la soledad como método de salud preventiva, y para ello, retomar la confianza es fundamental. Porque, ojo, la soledad es traidora y reivindica su condición de manera entusiasta, no obstante, es de justicia reconocer que, desde que la democracia se instauró en este país, con la abolición de la ley del asociacionismo, la soledad ha perdido protagonismo: ahora la gente tiende a agrupase y a fomentar la amistad con multitud de excusas y pasa de la soledad como del hambre. Sin embargo, a veces surgen situaciones extrañas que sin saber porqué, la fuerza automotriz de las personas se bloquea y deciden aislarse y vivir en la soledad. Los motivos son de todo tipo, pero casi siempre sin fundamento; suelen ser pequeños malentendidos condimentados con una pizca de orgullo. Esto es así, y aunque no es habitual que ocurra a personas inteligentes de buen corazón con años de experiencia dedicados a cultivar la buena amistad, lo cierto es que ocurre. Y entonces, ay, dona, y entonces... sucede que al ser circunstancias extrañas con intríngulis caminos vedados a la razón, acaban con prometedoras relaciones de amistad. En fin, como no hay mal que por bien no venga, algunos profesionales de la salud mental se han especializado en la mecánica automotriz de personas que pasan por estas estúpidas situaciones, y todos por unanimidad sostienen que, de no tomar medidas correctoras, la soledad tiene mucho futuro en sus consultas... "Allá, allá lejos; donde habita el olvido", que dijo el poeta Luis Cernuda.

2 comentarios:

  1. A mi siempre me ha gustado mucho estar solo, pero claro depende de los modos y circunstancias que se den en cada momento y en cada persona. Yo por motivos de trabajo me paso y me he pasado muchas horas solo y antes no me importaba, pero conforme me voy haciendo mayor cada vez me hace menos gracia.

    Saludos.

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  2. La soledad... necesaria soledad. A mi me gusta la soledad. Si no es en soledad me siento incapaz de escribir. Y luego me releo. Por qué escribí eso y en qué circunstancias... Qué sentía... Escribir me enseña a conocerme mejor. Yo, de viejo, son muchas las veces que dedico todo el día a la soledad. Gracias.

    Salud

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