Con renovados ojos de esperanza
y una mirada apenas contenida
te acercas al olvido
rompiendo el murmullo
de unos tímpanos vacíos de tu voz.
y una mirada apenas contenida
te acercas al olvido
rompiendo el murmullo
de unos tímpanos vacíos de tu voz.
Ni el hallazgo de tu ausencia
con tu callada memoria
y su horizonte lejano,
ni tu lamentable figura:
nada, nada, no eres nada.
con tu callada memoria
y su horizonte lejano,
ni tu lamentable figura:
nada, nada, no eres nada.
Ahora caminas avergonzada,
desnuda y sin mejillas,
sin párpados y sin pestañas:
A decir verdad, ya ni caminas.
desnuda y sin mejillas,
sin párpados y sin pestañas:
A decir verdad, ya ni caminas.
¡Lento declive el tuyo!.
Y como sabes que mi palabra es sincera
ahora quieres que te hable,
y que te muerda las venas,
y que penetre en ellas y te sane el corazón.
¿Acaso pretendes morir para crearte de nuevo?
Ya no importan las palabras
(ni las tuyas ni las mías),
pero sí los márgenes
(ni las tuyas ni las mías),
pero sí los márgenes
(los espacios),
los interrogantes y los puntos suspensivos...
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