miércoles, 18 de julio de 2012

Mi mascota

Mi mascota hoy no está; hoy no está ni estará mi mascota: Mi mascota ha muerto.

Hoy es el primer día de una realidad que será menos original para siempre. Cierro los ojos al mundo para que me impida ver esa realidad pero no puedo borrarla de mi mente. Hoy no ocupará ningún espacio en mi imaginación donde los movimientos, las voces y las palabras de la cotidianidad no me dan tregua porque no escribiré. Hoy no escribiré. Hoy me fugo de la vida y solo haré un hueco en el tiempo para a ella, para recordarla, para pasar por mi memoria los más íntimos, ya viejos recuerdos, y detenerme en cada uno de ellos para revivirlos. Desde la imagen que me quedó grabada aquella primera vez hasta hoy. Hoy, mi primer día sin ella. Esperé a que despertara suponiéndome ido en una de mis ausencias para darle de comer y salir a pasear... pero no despertó. Mi mascota ha muerto. 

Mi mascota con todo mi amor. Porque me ha dado lo que nadie supo darme. Porque estaba más allá de todo lo increíble. Más allá de donde la existencia tiene su universo y los seres nacen y mueren estaba. Ella estaba más allá de muchos, más allá de muchas estaba. Ella estaba (o está, o estará: ya se verá) donde el tiempo se mide con un suspiro, donde las flores nacen únicas y dejan descolgar insinuantes entre sus pétalos gotas de rocío cada mañana para ahogar de pasión los corazones que se quieren. Amor.

Mi mascota:
el beso tibio de una idea,
el sentimiento que emana del corazón.
Con ella ya siempre será verano
y las mariposas siguen volando.

Mi mascota:
Me quedo con su recuerdo,
me quedo con la palabra,
en este día tan largo,
en este adiós tan imposible...

(Mi mascota tiene nombre pero no es de este mundo).

1 comentario:

  1. En estos casos no se lo que se dice, solo puedo decir lo siento. Yo hace mucho que no tengo mascota, pero también tuve una con el mismo final, y muchos días aun sigo recordando muchos momentos vividos con el, se llamaba Buck.

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