Despedida

Todo tiene un ciclo, nada parece durar eternamente e imagino que esto tendrá que ver con el hecho de dirigirnos hacia los sueños, de intentar al menos, acariciarlos. Y como dijo alguna vez Gabo (creo u otro) es la vida como un tren que está en marcha, que se detiene y en cada estación deja un rastro suyo y a ese tren se sube y se baja gente y en definitiva continua su marcha (algo así). Entonces cuando alguien decide aventurarse en otras emociones, hacer cosas nuevas, moverse dentro de círculos diferentes, ha de ser porque sigue buscando algo, y eso es excelente. Estar en constante búsqueda, llenarse de experiencias no contadas, jamás vividas, lo interesante es que si seres así pasan rasgándonos el alma, sabemos que estarán con nosotros de algún modo. Si esto ocurre verdaderamente, imagínense, cuánto aprovechamos y disfrutamos mientras conocimos, mientras compartimos, mientras debatimos, mientras nos enojamos, también, con ese amigo, hermano o pariente que se va por un ratito de nuestro lado física o imaginariamente, como el personaje "dona". Pensemos que quien puede no estar es "dona", su papel ya cumplió un mandato, pensemos que puede ser cualquier visitante o miembro nuevo que veamos y su modo y su visión de las cosas, su forma de contar cambie para confundirnos. Detrás de "dona" hay una persona y no un personaje, es real.

Esto quería decir.

Y dijo Roxana Herrero, en 2007.

Con este comentario añejo de mi amiga Rox, le digo hasta siempre a mi mascota. La dejo ir, aunque la siga mencionando de cuando en vez... pero ya con su propio nombre: "dona". Desde hoy será un personaje más en de soslayo. Mi mascota ha muerto: ha nacido "dona".