Según me cuentan, la rubio manchego se plantea pedir el rescate financiero al Estado. Quién lo diría, ella tan estupenda con los asuntos dinerarios. Castilla la Mancha y otras. Pero eso sí, la primera, y es de justicia reconocerlo, fue La Comunidad Valenciana. Al César lo que es del César y a Dios... Y peor aún, los que tienen los dineros y el poder, los inversores que nadie conoce, recomiendan el recate total de España.
Quién fuera el Estado para complacer a todo el mundo; quien, como mi abuela, fuera capaz de gastar y dejar. Recuerdo un día en el circo que vi a un señor muy elegante sacar un conejo de una chistera: no es por dar ideas, que Rajoy para eso es muy suyo, pero lo dejo caer por si un aquél. Los pobres y atribulados asalariados y peor, los parados, no están para hacer malabares. No hay dinero no hay consumo, esa es la verdad, y si no hay consumo no hay recaudación de impuestos y los funcionarios no cobran. Lo dijo el ministro Montoro ayer en el Congreso de los Diputados. La estrechez económica convierte el consumo en utopía.
A propósito del consumo, ayer, mi esposa y yo, después de cenar fuimos a dar un paseo, y luego de un rato, cansados de tanto pasear, a ella le apetecía tomar café en una terraza; a ella un café y a mí un poleo con limón. Pues por eso, y un helado, te piden cuatro treinta Euros en una terraza, y no hablo en primera línea de playa. Entonces, como si por casualidad fuera, como quien pasaba por aquí, que diría Aute, nos dejamos caer por casa de Paco y Anabel. Y aunque a la puerta no estaban, le preguntamos a su madre: "picar a la puerta" -nos dijo-, están dentro. Quiero pensar que no miraron por la mirilla porque me quedaron los nudillos destrozados de tanto picar. Pero por un café y un poleo con limón hoy en día si no le echas morro al asunto te vuelves a casa con las ganas. Al fin, abrieron la puerta y amablemente nos invitaron a pasar. Por sus caras de alegría doy por sentado que no miraron por el ojo de la mirilla, estaban en el patio, ahora "chill out". Pero que es lo mismo.
-¿Qué os apetece tomar?
-¿Qué os apetece tomar?
-Un café, -dijo mi esposa.
¿Y tú?
-Yo un poleo con limón.
-Pues va a ser que no. Un café sí, y un limón también, pero un poleo... a no ser que quieras un poleo menta... No gracias, entonces tomaré un baso de agua. Y nos dieron las diez, y las once, y las doce... que diría el Sabina. (Ay, dona, lo que hay que hacer para tomar un poleo al mejor precio hoy en día. Ni con esas).
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