viernes, 17 de abril de 2015

Un don nadie.

Pudiera ser que en un punto más allá del universo las palabras que escribo se transmutan en torbellinos verbales para mentes absurdas como la mía. Mentes despojadas de la facultad de alcanzar la razón. El racionalismo se encuentra en la prosa verosímil incapaz de crear literatura para los transeúntes desahuciados de la vida; literatura tradicional, exclusiva para los que viven ajenos al dolor de alma.

Pudiera ser que nací de la palabra una noche de luna llena sin opción a ser común entre la gente de mi tiempo. Pudiera ser, incluso, que aún no lancé el primer grito. Pudiera ser que no he nacido...Toda una vida vivida sin saber que no soy nadie. Ni un hombre ordinario, vulgar, corriente o despreciable qué importa con tal de ser. Qué duro admitir en los años altos de la vida que nunca seré siquiera un triste hombre común al no haber nacido. Un don nadie.

2 comentarios: