martes, 7 de abril de 2015

Celos del viento.

Acerca del cuidado, la diligencia, el esmero que alguien pone al hacer algo. El interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por persona. Recelo que alguien siente de que cualquier afecto o bien que disfrute o pretenda llegue a ser alcanzado por otro. La RAE lo llama celos. Celos de amor, amor celoso de sí mismo. Desamor. Los celos se meten en el alma sin darte cuenta y acaban dejando la mente a merced de una tormenta. Los celos son asunto serio y acaban con la mente perturbada cuando obedecen a la rutina impuesta que marca el ritmo de las apariencias. Celos sin fundamento que no admiten perdón. Porque el perdón es un acto de mente cabal y no de mente perturbada. Y además, porque perdonar no cambia las cosas mientras los celos sean protagonistas en la vida de la persona.

"Tengo celos del viento, celos de la pura brisa, celos de cualquier sonrisa, celos de tus pensamientos, celos del blando sillón, donde tu cuerpo reposa, tengo celos de la rosa que engalana tu balcón". Berezko izenburua.

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