martes, 10 de marzo de 2015

Opresión en el alma.

Que no entienda la situación que vivo es nornal. Para mí solo lo normal es anormal. Hay situaciones que para dar luz a su análisis necesitan de memoria para mirarlas con retrospectiva amplia. Hay asuntos precisan de memoria y mucha materia gris, además de inspiración. De ahí que haya decidido callar y no hablar.

Una amiga me cuenta que si escribo me llego a conocer. Que no hay detalle que se escape al subconsciente. Me tengo que dejar llevar por la palabra escrita. Para mí escribir es fácil, pero recordar lo olvidado, por olvidado pudiera ser un tormento. El olvido es un escape a la vida sana. Vivir la realidad y dejar aquello que atormenta en un oscuro cuarto alejado de la verdad.

Dependiendo de las cosas que recuerdo al escribir a veces me gustaría desconectar de mi nombre y quedarme con un reflejo de mí. Un poco de mí y el olvido para todo lo demás. En el fondo no me interesa recordar lo que a fuerza de silencio olvidé. No quiero saber ni comprender lo que puede acabar con el día que me gusta vivir.

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