viernes, 6 de marzo de 2015

No hay culpas ni culpables.

¿Y quién no tienen problemas? De cómo solucionarlos es harina de otro costal. 

Entrar en el problema con las personas implicadas. La colindancia cercana no. Pedir consejo amigo mejor tirarse al río sin saber nadar. Si pide consejo amigo y le suelta una lágrima se puede dar por perdido. Como se lo cuento.

Si se trata de solucionar un problema humano, un malentendido (no un banco que como el consejo amigo mejor tirarse al río sin saber nadar), nada como mirarlo a los ojos. Nunca tratar de evitar el problema. Para ello conviene caminar descalzo sobre los hechos y averiguar por qué para uno bien y para otro mal. Reflexionar sobre el problema con causa. Y sí, naturalmente, el "yo" estupendo de Freud y la autoestima dejarlo en el baúl de los recuerdos. Que cada cual mire en su interior con humildad. Como en el amor: No hay culpas ni culpables.

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