Vivimos tiempos de mucho dolor, la ciudadanía pena por las calles rotas y los más en el silencio, que es más profundo el dolor. No todos son capaces de saborear el día. El bendito amor y la santa poesía no sana, no llega donde el vacío fatiga el alma. La realidad a arruinado la vida de muchas familias, la familia. Descuidada de sus obligaciones, la clase dirigente culpable. Abandonada a su suerte, sin fe, confundida, oprimida y obediente, a la sociedad no le queda sino la esperanza de que las cosas cambien para bien. El voto es secreto. (Recordar es fácil para quien tiene memoria).
Y la Esperanza nunca se pierde....
ResponderEliminar