jueves, 5 de marzo de 2015

El Ebro.

Me duele ver los informativos de la televisión, así que veo documentales.

Hoy, es el Día Mundial de la Eficiencia Energética, y hoy, precisamente me pasan el recibo de la luz sin compasión. Enero y febrero son meses de frío y lluvia. Abuso de la calefacción pero no del paraguas, aquí no llueve, al contrario del documental que vi ayer. 

El Ebro ya no guarda silencio al pasar por El Pilar... De niños sabemos que es el río más caudaloso sin exagerar, pero se le ha agotado la paciencia. Algo le hicimos al río Ebro para que sus aguas tranquilas se hayan convertido en aguas turbulentas. El Ebro se ha desbordado y causa estragos a su paso.

Guardo buenos recuerdos del Ebro cuando es agua fría y plateada de alta montaña, y caliente y contaminada cuando pasa bajo el Puente de Piedra. Remansos de agua desnuda que el sol hiere al caer la tarde.

Somos sus enemigos y es natural su comportamiento. Los ríos, como la luna, tienen dos caras, una clara y otra oscura. Con las lluvias de febrero y el deshielo de marzo el Ebro nos enseña de lo que es capaz: animales muertos, árboles, enseres, campos anegados. De la cara oscura del río Ebro fluye la muerte hasta el Mar Mediterráneo. Por el Ebro, regalo de la Naturaleza, tardarán en volar libres las mariposas. Quizá ni en primavera. 

3 comentarios:

  1. Pienso que los ecologistas hacen mucha falta, pero es ahora cuando hay que pensar que ni es no limpiar los ríos por que lo digan los ecologistas ni es estropear la naturaleza por que sí, el punto de en medio podría ser una gran solución.

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