Hoy amanecí feliz...

Me dormí, lo siento, y sobre todo por no haber tomado las uvas. Con los viejos no se puede contar ni para celebrar el Año Nuevo. Pero el coche ya lo cambié de acera. El único. 

Recordar un día como hoy, 1 del 1 de 2.015 los malos momentos de 2.014 no, como que no, además, acabo de arrancar la primera hoja al calendario ¡Feliz Año 2.015!. Y prometer estupideces que no vamos a cumplir como que tampoco.

Hoy toca recibir al año con alegría convencidos de que las cosas serán mejores. Y Salud. De salud bien, muchas gracias. Que la familia; la amistad; las oportunidades; la casualidad; el trabajo; la educación; la sanidad; los enfermos de vida, corazón y alma; los sin techo; la dignidad perdida y etcétera. Todo lo bueno para este año que hoy comienza. Elijamos, pues, el optimismo para hurgar con Amado Nervo, “en las entrañas de la vida y sorprender su lógica maravillosa”.

Y ahora, con la cara de los entierros, quiero hacer un aparte para decirle a Mariano Rajoy, individuo tóxico y perezoso con sus obligaciones que se vaya. Un aparte para que este país vuelva a escribir su propia historia en versión original. Quiero decir en versión Castellana y no Alemana. ¡Joder, dona, sí que estamos espesos!.  

Hoy amanecí feliz... Y hablo de amor para decir, desde las entrañas de Les Seniaes, que a todos y a todas nos vaya bonito en este 2.015. Y ya me apeo. Muchas gracias.