¡Qué curioso, hoy amanecí convertido en ti!.
Esto ha de ser un milagro de la María. Y porque andas un poco de aquella manera, no quiero que mi corazón palpite demasiado aprisa porque solo tengo uno y no lo quiero perder. Así que algo tendremos que hacer, un pacto, un acuerdo o lo que sea.
Para ti las buenas madrugadas son de pura vitalidad. Y eso me hace muy feliz. Para mí, y esto no lo puedes comentar en tu círculo de amistades, que a ti cuando te da por largar no hay quién te pare, esa energía viene reciclada por los años... Los míos. Confieso que soy más viejo que tú, aunque me conservo muy bien, muchas gracias.
Amanecer convertido en ti con ciertos límites me gusta. A pesar de que sé de cierto que tú de Shakira tienes tanto como yo de Piqué. Las cosas claras, aunque duelan. Eso sí, soy mucho más guapo que Bunbury y canto mejor. Tu gozo en un pozo.
Ahora sí que me tengo que ir. La verdad: no te lo iba a contar por la razón de arriba, porque no te para nada en la boca, pero soy un cacho de pan, lo tengo escrito por ahí. Se trata de acercarme al Mar Mediterráneo, que como sabes lo tengo a tiro de piedra y lanzar una botella con un mensaje para ti. Que leerás o no, ay. Pero estoy seguro que te obligará a levantarte cada mañana a mirar y ya que estás allí darme las buenas madrugadas. En la botella he metido un beso, unas palabras sentidas y una fotografía de Les Seniaes. Deseo que el viento nos favorezca. Mientras tanto sé feliz. Te las arreglas como quieras o puedas pero sé feliz. Y si de una mano pegada a un hombro se trata, no lo dudes... ya sabes dónde encontrarnos. A mí y a dona, en de soslayo. Siempre a tu lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario