Escribir es accesible en cualquier situación o estado de ánimo. Busca una luz, algo que aflore en tus adentros y échala a andar. Tú escribe.
Desde el paraíso donde todo comenzó, te saludo, amiga.
Desde el camino que lleva al atajo, te saludo, amiga.
Desde Les Seniaes, en el mismo recorrido del sol, te saludo, amiga.
Desde el camino que lleva al atajo, te saludo, amiga.
Desde Les Seniaes, en el mismo recorrido del sol, te saludo, amiga.
Ya la luna se ve partida y solo se aprecia una parte: de dos una, de un pájaro un ala, pero sigue siendo bella. No quiero quiero alterar tus sueños, pero cuando despiertes escribe. No dejes de escribir... Es nuestra salvación imaginar el día que nos gustaría vivir. La realidad es triste y malévola y dispone siempre de nosotros a su antojo.
Tú escribe. Por cierto, ¿recuerdas cuándo nos conocimos? Yo no. Apenas recuerdo los buenos momentos... Lo bueno que con los buenos se van los malos... Pero jode. Por eso quiero que escribas y me cuentes cuándo nos conocimos... Por eso y otras razones que nos irán ocurriendo. O se nos ocurran. Tú escribe. Y de cuando en vez utiliza la poesía para decir lo que sientes. No dejes de imaginarme. Muchas gracias.
Has madrugado, yo apenas voy a dormir.
ResponderEliminarCuando despierte será.
Ten un buen domingo.
De acuerdo: tenemos un trato. Descansa. Beso.
ResponderEliminarSalud.