Ya estamos aquí, cada cual dónde haya ido. La playa, la montaña, la ciudad... Hoy comienza la Semana Santa. Hoy es Domingo de Ramos. Amén
-¿Quién dicen que soy Yo? -preguntó Jesús a sus discípulos camino de las aldeas de Cesárea de Filipo.
¿Necesitaba Jesús saber lo que decían de Él? Esta curiosidad se espera de gente como yo, insegura, que no sabe a dónde va; gente que no se conoce a sí misma, pero ÉL... Para algunos toda interrogación de la vida es comprensible y válida. (Me temo que esta Semana de Pasión, Dios y los Evangelios me llevarán por el camino de vuelta a empezar. Culpable el papa Francisco que a todos y todas cae bien, como bajado del cielo. Es mucho para una mente absurda como la mía escuchar la misma historia toda la vida). ¿Por qué Jesús deseaba saber lo que decían de Él? ¿Desconocía acaso su verdadera identidad... o sus propósitos... o su naturaleza sobrenatural...? No, Jesús no preguntó para saber, que eso solo lo hacen los malos abogados, Él ya sabía, preguntó simplemente por si sus seguidores sabían quién era "realmente". Y Jesús escuchó pacientemente varias respuestas: Unos dijeron que era Juan el Bautista, otros Elías, Jeremías, incluso hubo quien dijo que era Dios resucitado en Domingo de Ramos. Respuestas de todo tipo y condición. Nadie sabía. Y cuando la incertidumbre se mascaba en el ambiente, el Maestro, hizo la pregunta más inteligente: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Entonces, Pedro respondió con una certeza sorprendente: "Tú eres Cristo el Hijo del Dios viviente". Y Jesús exclamó con regocijo: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi padre que está en los cielos".
La Historia de las religiones cuentan hechos excepcionales que han explicado unos y otros, y lo hicieron justo a los intereses de cada cual y su fe religiosa. Natural, no sería lógico que se contaran mentiras... o sí, porque algunos hechos, o milagros, no son dignos de creer.
Mahoma sostenía que era profeta, Buda se consideraba buscador de la verdad, y Confucio solo pretendió ser un maestro sabio. Sin embargo, Jesucristo se declaró como el Hijo de Dios; el Dios hecho hombre que murió en la cruz para perdonar los pecados de la humanidad, que "todo aquél que en Él creyera tuviera vida eterna".
Yo, y esto lo digo con el máximo respeto, creo que Jesucristo fue el más listo de todos... Y fin, al menos por hoy, que pienso dispensarme hasta ver si Francisco y los informes wikileaks, y las cuentas del Vaticano, y el clero, y la pedofilia, y la homosexualidad, y la mujer... perdón, la mujer en la iglesia quise decir. Como diría mi amiga, la que no me habla, veremos: no te prometo nada.
Vale, vale, tienes toda la razón (eso creo) Jesús "recopiló" lo mejor de todas las religiones de su tiempo (creo yo). Fue un hombre con una libertad de vida que arrastraba y contagiaba (demostrado). Lo "demás" es una tormenta de arena en la que todo está, pero no se puede ver, y además, te duele y confunde !!!
ResponderEliminarO así. Las religiones tienen la facultad de explicar lo inexplicable. Y de reinventarse. Aunque lento... Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud
La esperanza en la que siempre vivimos, es que la religión sea cual fuere, mejore los horrores del mundo... Seguiremos esperando.
ResponderEliminarUn abrazo
La esperanza nos salvará... y el amor. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud