lunes, 27 de enero de 2014
Y me se tendrá miedo
Sin darme cuenta he dado pistas de mi vida, de dónde vengo, también de mi familia y, cómo no, de dona, ay, de ella también he hablado, y eso no puede ser. No quiero que se sepa nada más de mis cosas ni de los míos. Fui débil al desenmascararme. De ahora en adelante procuraré no contar nada sobre mí, y mis debilidades, a no ser que me interese para que se crea que soy persona de altos vuelos. Un ser superior que puede lograr que alguien especial le regale un presente, quizás un libro. Un libro bueno que fuera capaz de emocionar mi mente absurda. Y enseñarme cosas. Sé que los libros existen porque los veo en casa por las mesitas y estanterías, pero jamás se me ocurrió abrirlos. Nunca suscitaron en mí nada especial que me incitara a la aventura de leerlos. Me dicen que en ellos se puede encontrar cosas importantes como que la magnitud es puramente relativa y que nada es grande ni pequeño, incluso que hay remedio para algunas enfermedades. Me cuentan sobre ellos que pueden alojar en su interior sabiduría de un tamaño mil veces mayor que el propio universo. Que todo después de leer un libro es más grande y mejor. Que son fantásticos y pueden tener respuestas. Y lo creo. Supongo que para cualquier intelecto familiarizado con los libros es fácil entender las magnitudes más impresionantes de la cultura y la ciencia. Esa sabiduría de la que carezco y me impide comprender palabras encadenadas. Por eso no quiero que nadie sepa de mí. De ahora en adelante no seré el que alguien pueda pensar o creer conocer: alguien bueno; seré otro, seré diferente, seré un verdadero obstáculo con un prólogo de diez volúmenes de exigencias. Seré insuperable. Y me se tendrá miedo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Como quieras, yo no te tengo miedo ni te tendré, pero en fin, hoy no amanece el día de buenas, será un día pesado, en fin. Mal empieza la semana a quien ahorcan en lunes.
ResponderEliminarAcabo de llegar a casa y no me funciona el móvil. No puedo validar los correos. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Ni validar los correos ni escribir. O me toca la loteria... Me quiero morirrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarNo juego a ningún azahar, ahora me doy cuenta... Me tengo que morir. Que alguien me escriba un epitafio... Hablaré bien de ella en el mas allá. Adiós.
ResponderEliminarSalud.
¿Estás bien?
ResponderEliminarNoooooooooo
ResponderEliminarMejor escribe bien en el más acá, no te mueras.
ResponderEliminar¿Qué te pasa? Me angustias
ResponderEliminarPues que mi móvil se murió y compre otro (al alcance de mis posibilidades económicas) y solo puedo llamar. Ni e-milios ni contestar siquiera en el blog. Cada vez que tengo que escribir o comentar he de encender el ordenador. Hasta que no cobre la extra, ay. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Tranquilo, estudia bien el teléfono, con calma y podrás encontrar todo lo que puedes hacer con él, así le hice yo y vieras todo lo que le he encontrado -no mucho- pero hasta ya puedo ver mi blog, cosa que antes no podía. Ahora estoy viendo como escribir por ahí -cosa inútil porque por el parkinson tiemblo mucho y no le atino a las letras.
ResponderEliminarNo todo es tan malo.
No solo malo es... Es una... (Horario infantil). Mejor no sigo. Voy pa'Les Seniaes a gritar. Beso.
ResponderEliminarSalud.
¿Y ahora a quien le doy las buenas madrugadas?
ResponderEliminar¡Escribe que no me puedo dormir!
ResponderEliminarLo estoy haciendo pero no puedo editar. Beso.
EliminarSalud.
Bueno. ¿ves? Te estoy escribiendo desde el celular. Jaa ay quetardado es. :-(
Eliminar