sábado, 18 de enero de 2014

Sabías qué...

Según me cuentan, existe un punto en el firmamento situado justamente sobre la cabeza de mi amiga regando las plantas de su jardín: se llama cenit. Este pensar me trajo esta mañana de cabeza paseando por Les Seniaes... Cuando dona vivía nuestros debates no iban más allá de la revuelta del próximo camino. Pero ahora estoy dando en loco. ¡Joder, dona, entre dos siempre es uno el que pierde!. El caso es que le envié un e-milio a mi amiga para saber si era verdad que tenía algo sobre la cabeza cuando regaba las plantas de su jardín. Sin embargo, como esperaba, en palabras parca dijo no y se acabó. Tampoco le importa demasiado mis estupideces de buena mañana. (Ten amigas para eso).

Si dona viviera fijo me diría, "qué importancia tiene", ella nunca le dio importancia a lo que no lo tenía... Pero a mi me preocupa que mi amiga pueda tener un algo sobre la cabeza, tal vez una espada como la de Damocles. ¡Joder, eso sí sería la hostia. A poco que se desviara la regadera… ¡Qué estupidez!. Podría regar desde la ventana y entonces sin problemas, digo yo. No sé. Tampoco sé si el cenit tiene que ver con la cabeza de mi amiga, que dicho sea de paso no la tiene en su sitio. Uy, pero si no la tiene en su sitio -que no la tiene, doy fe-, entonces el cenit podría tener que ver con la maceta. !Señor, que tortura!. Mi amiga no sabe ni contesta. Y dona, que pudiera saber, está muerta.

Qué apasionante tema de discusión. Por ser un animal irracional la opinión de dona siempre careció de importancia para mí... aunque confieso que me gustaba debatir con ella. Pienso que si a mi amiga le enviara otro e-milio y le argumentara que si por un decir cambiara la maceta por la cabeza de su vecino el asesino y se la pusiera a sus pies, ¿cómo determinaría su cenit considerando que su cuerpo colgaría de sus talones?

6 comentarios:

  1. Ay que preguntas tan difíciles haces a tu amiga, con razón no te contesta ¿Y si por fin se durmió? Hay que esperar a que despierte para saber que dice, nervios mil.

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  2. Según yo -ya que no contesta tu amiga- el cenit seguiría estando encima de su cabeza -si la tuviera- porque lo que cambiaría seria su cuerpo no el cenit. ¡Ay que enigma! ¿Acerté?

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  3. Abría qué preguntarle a dona... o a tu vecino el asesino. Yo no sé. Beso.

    Salud.

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  4. Mi vecino el asesino estuvo en un aquelarre, supongo tendrá sueño. Prefiero quedarme con la duda. Igual tampoco Dona contestara.

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  5. Si dona te contesta avisame... Beso.

    Salud.

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