jueves, 2 de enero de 2014

Mi memoria y tú

Quería escribirte un e-mail para desearte Feliz Año 2014 y busqué tu dirección de correo en mi lista de "Contactos preferidos" y no apareces: ¿Por qué no apareces? Apelo a mis secretas cualidades informáticas y sigues sin aparecer. ¡Qué raro!.
  
Entonces, mi memoria me recuerda tu dirección de correo electrónico y me permite escribirte. Mi memoria y tú siempre os llevasteis bien. Y te escribo.
  
Feliz Año.
Que tus deseos se cumplan.
Te quiero.
(Para qué más).
Y le doy a Enviar.

Lo que escribo machaconamente cada día con tu nombre en de soslayo es verdad, y es mi deseo que se cumpla de corazón. Mientras tanto y llega el día (si llega), que seas muy feliz.
   
Pero tú sigues igual:
Muda.
Sorda.
Ciega.
  
Témpano de hielo,
mujer de insensible ausencia:
¿Por qué?
  
Y sin embargo...

5 comentarios:

  1. ¿Y si no te lee? Igual ni se entera que le escribes.

    ResponderEliminar
  2. Para memoria la tuya, ¿por qué sabes que es la misma que no me lee? Beso.

    Salud.

    ResponderEliminar
  3. Porque no te contesta. Es como si hablaras con la pared o con una piedra. Hay unas que ni se enteran que les escribes y hay otras que lo quisieran, digo yo. Igual no me hagas caso.

    ResponderEliminar
  4. Yo siempre te hago caso... Eres mujer de buenos y sabios consejos. Y confiable como el mejor de los viernes. Beso.

    Salud.

    ResponderEliminar
  5. Y sin embargo te quiero, diría Sabina.

    ResponderEliminar