Cuantas tardes de invierno, cuantas noches vacías, cuantas gotas de frío... "Escribe poesía, escribe al amor y deja de escribir realidades que matan". Una amiga me dice que llevo unos días de aquella manera y que ya me vale...
Un nuevo día proporciona una ocasión para cambiar. Sería una decisión ya tomada, pero casi siempre tengo que apoyarme en disculpas absurdas para llevarla a cabo. Cobarde y engreído. Y todo por no pedirme perdón. Y luego está lo de siempre por estas fechas: dejar de fumar, dejar de beber, dejar de comer, dejar de vivir que las prisas matan. El Sabina dice que los ministros de Rajoy le inspiran un "puf", un "pero", un "vómito", un "Wert", un "Montoro". El Sabina es un genio y no otros... con perdón.
El asunto es difícil, y más debido a las actividades cerebrales de la dopamina... Yo, desde que la Dama que no me deja ir se confiesa conmigo, y a pesar de que no la entiendo, he dejado de ir a misa. Todo es bueno si se administra con prudencia, porque los excesos, ay, los excesos... Luego de tantos años y tantas Damas que me asesoran, creo estar capacitado para montar una consulta de conductas sanas y positivas. Me aconsejaría ser más tolerante conmigo y con la gente que bien me quiere. Estimular los cambios y afianzar otro patrón de satisfacciones: darme un premio al final del día (entre sábanas blancas de algodón egipcio) si cumplo mis objetivos. Hoy, sábado de fieles difuntos, recuerdo a dona y su acaramelado premio por dormir y roncar compasadamente como una gran sinfónica. Pero mi cerebro carece de la capacidad necesaria para que, como estrategia de recompensa, desate en mí un cambio positivo. Mi vida es un libro abierto... Sin embargo, a quién importa una verdad de dudosa reputación...
¿Por que no habría de importar? A mi si o en lo que entendí, si.
ResponderEliminarEstoy enferma de gripe y tos, ¡Maldición! Siento que se me sale el hígado en cada acceso, puede que no muera pero así me siento.
Pase una noche de perros. El Parkinson no ha podido conmigo pero lo que es esta gripe me va a matar aunque se rían de mi dramatismo, así me siento.
Mal te veo... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Y si me vieras no darías un quinto por mi.
ResponderEliminarTe veo. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Ahí sonrió pero ahorita no, tengo ojeras, la boca seca, estoy en pijama, con un suéter grueso, calcetines y apesto a medicina. Mejor no me veas.
ResponderEliminarQue descanses. Beso.
ResponderEliminarSalud.