viernes, 26 de octubre de 2012

Las vidas paralelas no se juntan

"Un hombre de 52 años se suicida en Granada justo antes de que el banco le quitase su casa por impago. Y un joven se suicida en Las Palmas de Gran Canaria justo antes de que el banco le quitase su casa por impago".
 
"Javier Marías rechaza el Premio Nacional de Narrativa dotado con 20.000 euros. En la rueda de prensa de ayer dijo que este año llevaba rechazados 35.000 euros en premios. Y Amancio Ortega dona 20 millones de euros a Caritas".
 
Dos hombres de éxito en la vida y dos suicidas. Cara y cruz de una misma moneda. Y todo en esta semana. Hasta yo podría ser periodista: Periodista de fotocopia.
 
Me gusta decir que un día, en mi pedacito de cielo, nos encontraremos todos y todas para hablar de la santa poesía y de los infinitos de Einstein donde solo se juntan las vidas paralelas. Pero es una estupidez: Las vidas paralelas no se juntan. Cada cual es como es y vive su vida que a nadie interesa. La colindancia ciudadana es tema para los libros de historia. Que no la muerte, la muerte aparece cuando menos la esperas y viene para llevarte. Y te lleva. Y paz al difunto. Otras veces la llamas, te suicidas y ya está. Y también paz al difunto. La muerte es tema de actualidad.
 
Yo también intenté suicidarme un día (de ahí la dama que no me deja ir) pero por miedo a sobrevivir me arrepentí. Entonces, soy un cobarde, no quiero matarme ni matar. Ni que mueran por mí. La pobreza, la enfermedad, la desesperanza... Corren malos tiempos para el amor. Lo verdadero es que cada uno lucha incansablemente cada día contra una enfermedad traicionera: La vida.

Nuestros problemas y cómo resolverlos es asunto nuestro, y no siempre sabemos resolverlos. Vivir la vida no es fácil aunque merezca la pena. Como el amor de esa mujer, un sentimiento, una pasión y un beso sin importancia...

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