jueves, 11 de octubre de 2012

La armonía de la vida por la tarde

El día no me salió como esperaba. Por la mañana creí que hoy sería un jueves feliz, pero luego de unas gestiones infructuosas, el día fue a peor. Y ahora, casi estoy por irme de España a vivir a Cataluña. Creo que Cataluña tiene un plan para irse de España y que las cosas les vayan mucho mejor. En este momento, si me quisieran, que igual un pensionista asturiano no les merece la pena, estaría dispuesto a irme a vivir a Cataluña. Pero lo cierto es que no sé tan siquiera de este asunto lo suficiente, porque lo que escucho en la radio y lo que leo en la prensa no lo entiendo. Tampoco conozco el plan que tiene Cataluña para que les vayan mejor las cosas fuera de España.
 
El gobierno de España no nos da explicaciones de cómo van los asuntos financieros y lo demás, incluyendo el rescate, y los catalanes no nos explican el plan que tienen para que les vayan mejor las cosas fuera de España. Claro, que otra cosa es que a los catalanes no les interese explicarnos el plan que tienen... (Ni a Rajoy). Lo cierto es que algunos catalanes parece que lo tienen muy claro. Ay, Señor Dios, qué complicado es todo. No sé, tal vez por falta de información debiera pensar mejor las cosas. Antes estaba a punto de irme a vivir a Cataluña y ahora no. Siempre digo que escribir me enseña a conocerme mejor, y es verdad, pero no siempre, a veces me hace dudar. O quizá dudar es una manera de aprender, al menos a pensar las cosas más de un vez y con tranquilidad antes de tomar una decisión importante.
 
A veces sé lo que quiero y otras no. Sin embargo, descubrir lo mucho que quiero a la tierra donde nací, Asturias, es darme cuenta que por no dejar de ser asturiano en Valencia, donde vivo, me tendré que conformar con ser español. Lo peor que llevaré será la lengua. Pero la tengo que aprender si no quiero que Rajoy me quite la tarjeta sanitaria.

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