martes, 28 de julio de 2015

Una amiga cuenta cuentos

Una amiga escribía de la vida y algún descuido en su blog de gran éxito. Digo escribía porque ya no escribe. Escribir de la vida y algún descuido, y del amor -disculpen-, es una lata por importante y preocupante que sea. Siempre igual. De la vida escribía bien a veces, de algún descuido culpable de su dolor mal siempre. Y del amor amor bien. Escribía al amor tradicional, quiero decir amor familiar: la familia bien, gracias. Sabía de otros amores y desamores, pero no los tocaba porque era vieja y de los viejos solo se espera que muramos sin molestar a la concurrencia. Una amiga era una cuenta cuentos que nunca dejó de contar la verdad.

Estoy harto de entrar en su blog y no hallar nada nuevo. ¿Se habrá muerto sin decirme nada? No se lo perdonaría. Pero es mujer y amiga, y el factor suerte asume la responsabilidad de esa relación. Del factor suerte se puede decir que está comprobado científicamente que en los años altos es malo o muy malo. Si joven el factor suerte es bueno y malo, y si viejo solo malo. Pues con todos los años a cuestas, y a pesar de los pesares, de la ciencia y lo malo en los años altos, hay poetas empeñados en desmentir a los científicos porque dicen que la poesía es capaz de atraer la buena suerte.

Si por mí fuera, animaría a Rajoy que echara del país a los pocos científicos que nos quedan y que fomentara el arte, la pintura, la música, el teatro, el cine, la creación literaria, eso, y especialmente los poetas con musa. (Y tus ojos de triste mirada que no me falten).

Patricia, especialista en entrevistas de trabajo, asegura que el factor suerte es primordial en una entrevista de trabajo. Vale el currículo, pero dice que vale más el factor suerte. Del orden del 90%. Ella sabe de entrevistas de trabajo. Pero yo no diría tanto. A partes iguales considero la suerte, la oportunidad, la corazonada e insistir en lo bueno desechado siempre lo malo. O sea, un 25% más o menos.

4 comentarios:

  1. yo creo que a veces la gente se empeña en ignorar a la suerte, simplemente porque les asusta darse cuenta de que hay cosas que no pueden controlar

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  2. Cierto. Yo digo por miedo a las consecuencias. Más o menos quiere decir lo mismo. Una vida así, es como el amigo gorrón que no hay manera echar de casa: sin darte cuenta se hace dueño de tu vida y tu despensa... Entonces te puedes dar por perdido. Es una vida triste de morir. Muchas gracias.

    Salud.

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  3. ¿Vieja? ¿Vieja dijiste? ¡Dios mío, mis sales!
    Vieja tu camisa y todavía la usas.

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  4. No recuerdo... Me confundes con otra. Beso.

    Salud.

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