El gozo imperfecto.
Desnuda yacía en mis brazos anhelantes;
yo estaba lleno de amor, ella rebosante de encantos,
ambos inspirados por ávido fuego,
derritiéndonos en caricias, ardiendo de deseo
con brazos, piernas, labios estrechamente ligados;
ella me aprieta contra el pecho y me succiona con el rostro;
su ágil lengua, rayo menor del amor, jugaba
con mi boca, y a mis pensamientos impartía
rápidas órdenes para que yo me dispusiera
a arrojar abajo la disolvente centella.
mi alma palpitante, impulsada por el filoso beso,
cuelga suspendida sobre balsámicos abismos de júbilo,
pero mientras su atareada mano guía esa parte
que debía llevar mi alma hasta su corazón,
en líquido embeleso me disuelvo,
me derrito en esperma, la derrocho en cada poro.
El toque de sus partes lo habían hecho:
sus manos, sus pies, aun su rostro era una vulva.
Sonriente, ella murmuraba un amable reproche
y se limpia del cuerpo mi pegajosa dicha,
a la vez que recorriendo con mil besos
mi pecho jadeante, pregunta si no hay más.
"¿Solo este tributo al amor y al embeleso?
¿Y no saldaremos nuestra deuda con el placer?
Pero yo, hombre consternado y perdido,
procuro en vano mostrar mi afán de obedecer.
Suspiro, ay, y beso, mas copular no puedo.
Ávidos deseos frustran mi primer intento,
la consiguiente vergüenza impide nuevos triunfos,
y la furia al fin confirma mi impotencia.
John Wilmot, poeta, falleció el 26 de julio de 1680.
Interesante....
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