De aquel día recuerdo tu mirada ausente de sus ojos y nada más. Digo nada más desde aquel día y los siguientes. Mi memoria se quedó contigo desde aquel día y todos mis recuerdo. A partir de ti no hay nada, solo silencio. Si no puedo estar contigo no seré yo quien hostigue mi memoria. Es la manera que tengo de estar contigo velando tu ausencia.
De nuevo tú, como si hoy solo importaras tú. En de soslayo hay más, en especial agradecimiento a quien me lee. Pero a veces me siento al margen de todo y recorro solo mi memoria en tu busca. Solo pienso en ti. Mis manos recorren tu cuerpo vacías de ti. Vacías de ti acarician tu piel. Cada día te imagino más hermosa.
Desapareciste de mi vida acompañada con mi memoria y como culto religioso me confieso contigo cada día. A veces no lo puedo evitar y saco del confesionario tus ojos a de soslayo en un comentario incomprensible... lo que siento por ti no tiene lógica. De tus ojos solo espero que me miren algún día. Le exijo demasiado a mi mente absurda.
Por verte, porque aparecieras en mis sueños real, como eres en la actualidad y no como te recuerdo... Por abrazarte y actualizar mi memoria en ti. Por devolver la sensatez y el miedo a donde nunca debieron salir, por aplicar a mi vida un régimen de caiga quien caiga...
Me voy yendo, un miércoles se resiste y no hay manera... Me quedo con el recuerdo de tu mirada ausente de tus ojos y nada más. Me quedo con el recuerdo de aquel día, de que un vez pudimos y no quisiste.
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