Ayer la ansiedad me pudo. Hoy espero hacerlo mejor porque no todo está escrito... No está dicha la última palabra...
Me gustaría ser capaz de dedicarte unas palabras de agradecimiento, pero sé que no te gustaría, que si no haces más es porque no puedes. Porque los dos sabemos que todo te parece poco si hablamos de amor. Sabes que yo tampoco soy de esas... ¡Y qué más da, ni tú me debes ni yo a ti!. (Y dale a la rueda que rueda).
Me gustaría ser capaz de dedicarte unas palabras de agradecimiento, pero sé que no te gustaría, que si no haces más es porque no puedes. Porque los dos sabemos que todo te parece poco si hablamos de amor. Sabes que yo tampoco soy de esas... ¡Y qué más da, ni tú me debes ni yo a ti!. (Y dale a la rueda que rueda).
Nuestra historia es digna de tener en cuenta como ejemplo de querer y no poder... Y saber y no decir... Como ejemplo a seguir para otras generaciones desde luego no es aconsejable... Un gigantesco ejemplo de dignidad por tu parte. Si me lees, o me sigues leyendo en silencio, sabes que de soslayo recuerda tu nombre por muy alterado que tenga el ánimo.
Lo cierto es que si de unas palabras de agradecimiento tendría que ir por ellas al manicomio. En eso estarás conmigo. La vida impone sus caprichos y el sentido común no siempre está a la altura de las circunstancias. Más allá de la duda siempre estaremos seguros de lo que pasó y porqué. Tal vez tenía que pasar como pasó y ya está. A veces recordar es morir... Hay quienes arruinan la vida del planeta y otros de buena fe encienden el desamor. Supongo que no es castigo divino, simplemente la vida que nos ha tocado vivir. Cualquiera que le diera por estudiar nuestro caso, honestamente, convendría con nosotros que nos tocó la cara oscura de la luna... Y sin jugar, porque lo nuestro siempre fue en serio. A simple vista se apreciaba en tu mirada... Y mi ansiedad.
En fin, por mi parte todo sigue igual: me apasiona escribirle al amor, la santa poesía, a ti (te debo mis mejores sueños) y algún desvelo con los humildes en el corazón (vivo con un poco de atención médica, nada que te deba preocupar). Es todo. Ojalá te vaya bonito. Que por casa bien, que el trabajo bien, que tu vida íntima bien, que tus anhelos bien: es mi deseo de corazón que todo te vaya bonito... Bonito sin ojalá. (Aunque no pierdo la esperanza de tener algo contigo).
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