lunes, 5 de enero de 2015

El mar de todas las tristezas.

Yo también entiendo un poco de lo que no debiera: Hablo del suicidio.

No voy a decir que nunca me pasó por la cabeza tirar por la calle del medio... Claro. ¿Y a quién no? Son momentos que nos sentimos acorralados y no encontramos la salida a nuestra terrible realidad. Es jodido, es muy jodido el asunto.

Ya los suicidios se cobran más vidas que las guerras, los asesinatos y los desastres naturales. Una persona se suicida en el mundo cada 40 segundos. Según la OMS.

Si miramos que hay detrás de todo encontramos de todo. Y todo es demasiado para quién se siente perdido y no encuentra camino ni consuelo. Es mucha redundancia, mucho volver a empezar. Y muchos los años. Cuando piensas que solo has venido a esta vida a parir tristezas, malo. Las cosas no son lo que parecen.

¿Cómo se puede vivir sin morir en el intento? ¡Joder, dona, ahora que nos faltan las palabras, ahora, y solo ahora, somos pobres de verdad!. Si no fuera porque solo con cerrar los ojos aparece la santa poesía en nuestra ayuda y nos dice que no. Que aún no. Y ni se te ocurra llevarle la contraria. Solo el amor nos puede salvar sin poses ni caricaturas. El amor y la santa poesía para explicarlo.

La gente se suicida sin guías espirituales y luego no saben el camino de regreso... Eso me ocurrió a mí. Un día estuve a punto, a puntito, y cuando ya lo tenia decidido, eso sí, nunca me dio por urdir un plan de suicidio, me eché para atrás por miedo a las consecuencias. El quedar más estúpido y discapacitado de lo que estoy no me apetecía, por mí y por mi familia. Confieso que tuve miedo. Mis hijas siempre dijeron que yo siempre fui poco valiente. Que tampoco sé de cierto si hay que ser cobarde o valiente... Si tuviera que elegir elegiría cobarde. Pero ya digo que no sé.

Perdón por este comentario tan poco apropiado por una Noche de Reyes... pero las cosas son como son, y quiero que ésta sea una noche feliz, y que nadie cometa la estupidez de hacer algo de lo que no se pueda arrepentir por no tener marcha atrás. Lo digo en serio.

Una Noche de Reyes es un día para compartir la alegría con los niños que más nos necesitan, nuestros nietos, y también los hijos que jamás dejarán de preocuparnos. Así que todas las tristezas y sus penas mejor las tiramos a un mar... El mar de todas las tristezas.

2 comentarios:

  1. El suicidio existe y seguirá existiendo,por fortuna tú sigues aquí, en tu blog , y en el mundo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Eres muy amable. Muchas gracias. Y sí, el suicidio existe. Beso.

    Salud.

    ResponderEliminar