miércoles, 23 de abril de 2014

Disculpas de mala pagadora

Patricia hoy tenía que hacer unos recados en un pueblo cercano y me dijo que a Les Seniaes no podía ir conmigo a pasear (disculpas de mala pagadora) pero al pueblo cercano sí. Y que si quería podíamos pasear mientras hacía los recados. Le dije sí. Me pasé media vida diciendo sí cuando quería decir no, pero ahora quiero decir sí y le dije sí. (Me estoy haciendo viejo: sería hora). Me encanta pasear con Patricia en cualquier lugar y situación. Más en Les Seniaes, evidentemente, pero hoy no pudo ser y lo entiendo. Por el pueblo cercano, mientras hacía los recados, íbamos hablando de esto y aquello; cosas sin mayor importancia como los bajos salarios y el paro. Otras de nuestro carácter (somos parecido), como la rutina que implica entrar a otra rutina más dinámica: La creatividad. La rutina escasa de creatividad es la ceguera de los más ocupados, el refugio de los más infelices y la seguridad de los más simples. La ley que rige a quienes no necesitan crear mejores condiciones de vida. Hablamos de todo eso esta mañana Patricia y yo yendo a recados mientras paseamos. (Si se quiere, se puede oler el azahar a través de un mar, incluso ver la luz del cambio en la vida de una persona).

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