jueves, 3 de abril de 2014

Perdóname

Vengo a ti, amor, para apaciguar mi dolor y mi tristeza; el malestar de ánimo que no puedo definir. Quiero describirlo y se escapa a mi capacidad de comprensión. Flota más allá de lo inteligible de mis palabras... ¿Por qué tengo la necesidad de explicar lo que no sé? ¿Será que lo necesito para saber por qué dudé de ti? Quiero dejar de preguntarme siempre lo mismo. ¿Me llegará la calma que tanto deseo? Parece que hoy me tranquiliza escribir... Tengo que recuperarte, amor. ¡Qué engaño!. No puedo imaginar lo que has sufrido. Me dejó desolado saber. El tiempo fue pasando y creí que todo te iba bien: ni una lágrima. Esta situación aún me confunde... No supe ver en tus ojos la mirada... Perdóname.

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