Me tendrás, ¿y luego? ¿Es amor lo que quieres o un amor? ¿A mí quizá? ¿Yo qué soy para ti? ¿El amor de tu vida? ¿Me quieres o lo quieres? Caprichoso amor. ¿Alargarías tu cuerpo para dividirlo en dos? ¿Saciar tu sed de hombre? ¿De su lecho al mío? Sin embargo dudas. ¿Cambiarías una noche ciega de amor por una vida inconclusa? ¿Todo por nada? Dime: ¿Irías a pedirle de rodillas a tu Dios por mí? Perenne tu voz, clamas amor. No sabes, mujer, que de tu puerto ya no zarpan naves a otros mares... ¡Oh, tu puerto!. Esta noche será tu cuerpo una nave que zarpará hacia una aurora desconocida en busca de respuestas. ¿Se muere el amor con el paso de los años?
“Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!, cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer”. Rubén Darío.
¡Muy bueno! Buen fin de semana.
ResponderEliminarEres muy amable. Gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Yo siempre busco respuestas que casi siempre están en lo profundo del mar.
ResponderEliminarBuenitas.
Hoy ¿O ayer? vii una pelicula, La Malquerida, muy buena.
MUenas madrugadas.
ResponderEliminarCreí que te había inspirado Jacinto Benavente y fue Dolores del Río. Cosas. Beso.
Salud.
Por cierto dice la letra de una melodía:
ResponderEliminarSe pasa toda la vida
quejandose sin cesar,
le dicen La Malquerida
nadie la puede parar...
Me ha hecho mucha gracia.
No se.
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