Una amiga me escribe un asustado "emilio" por una pesadilla que tuvo esta noche. Fue una pesadilla de espanto, no digo más. Quién haya tenido una pesadilla sabe de lo que una amiga habla.
Cuando se tiene una pesadilla no hay amaneceres sino antifé que se percibe como real una situación de un chiste malo; como un libro que de pésimo no se ha escrito porque en una noche fraudulenta asesinaron a su autor. ¡Joder, dona, una amiga no se lo podía creer cuando me lo contó!. Y no recuerda la cara de quien le hacía daño, porque la pesadilla tenía que ver con una persona conocida... Y ella indefensa. Un país se desvanece en sus incongruencias, sus disparates, su latrocinio y sobretodo en sus inseguridades que van minando el psique de la sociedad y nos hacen sentir vulnerables. Una amiga no se siente segura en su propia casa, esa es la verdad.
Sabía por un bolero que no somos para nuestra clase dirigente, y que languidece con la noche; lo sabía y hasta lo había padecido algún viernes en el casal con una botella de cazalla entre las manos. Aunque lo mío tal vez fueran paranoias y no pesadillas. Que igual es lo mismo. No lo sé.
Que bueno que tu amiga te contó su pesadilla de esa manera no se hará realidad... ojalá.
ResponderEliminarUn abrazo
No hay amiga que no me cuente sus intimidades. Pero no todas las puedo contar, aunque no sabes cómo me gustaría, ay. Beso.
ResponderEliminarSalud.
LIntroduce tu comentario...Los amigos no cuentan las intimidades creo.
ResponderEliminarEntonces necesitas una vecina chismosa para que las intimidades no se (te) queden en el olvido... Beso.
EliminarSalud.
me imagino que un emilio es un email?
ResponderEliminarqué bueno que la sacó.. si fue despues de las 12 no se le cumplirá
saludos
carlos
Se trata de una amiga que le cuenta una pesadilla a Emilio porque Enrique no la escucha. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud.