Sin pedirle cuentas a nadie, pero a punto de no poder evitarlo, a menudo la vida se burla de nosotros y de nuestras limitaciones. No hablo de errores sino de horrores que nos rompen el corazón.
MI hija Cristel ayer no estaba para mí... pero me aseguró que hoy sí, y que de todo hablaríamos un poco, pero ya es tarde, demasiado para ella y sus obligaciones: no me llamará. No lo siento por mí, ya me llamará... es por audrey. ¡Joder, dona!, qué mal lo están pasando. Y qué duro ver a un ser indefenso luchar contra... Nada me cuenta, nada sé, solo que audrey está enferma... La vida a veces nos da la espalda sin darnos explicaciones y lo aceptamos o no. Pero lo que ha de ocurrir ocurre sin más, y lo tenemos que tomar como algo natural... Sabemos lo que sabemos y a la hora de la verdad nada sabemos y nos derrumbamos como un niño que pierde su juguete preferido. Son conductas que a pesar de los años nos sorprenden. Quien nos conoce nos comprende, y más si quiere a los animales. El intento de cambiar las cosas que puedan ser irreversibles es un intento baldío. En éste y otros casos, porque hablo de amor, nadie es culpable... Lo siento amor. Tenéis que ser fuertes. Ánimo. Os quiero.
Si Audrey está enferma tú estás ahí para verla ¿O no? Yo creo que a Dona le gustaría mucho eso. Igual no me hagas caso, soy muy metiche.
ResponderEliminarEl saber es muy complicado, pues lo que creiamos saber ayer, hoy no vale nada y lo que no sabemos hoy, podremos saber mañana.
ResponderEliminar¡Sigues enojada conmigo? ¡Lo sabes o no lo sabes?
A veces saber hace daño y a veces no.
Saludos