martes, 6 de noviembre de 2012

Una queja con llanto

Esto no es una opinión, ni un cuento, ni una explicación, tampoco una declaración de amor. Esto es una queja con llanto. Se lo diría a Rajoy. Se lo diría a cualquiera que me escuchara. Que se sepa que me muero de dolor. Que lo sepa todo el mundo. Sentado frente a mi viejo ordenador me encuentro incapaz como un enamorado adolescente detrás de un beso que se fue o que no vino. Tengo un pie que no es mío y me muero de dolor. En fin, si quiere que entre el mar por Antequera que ya ha entrado en New York.

No hay comentarios:

Publicar un comentario