viernes, 2 de noviembre de 2012

Humedad de mi deseo

Te nombro en mis sueños
y ni yo mismo me oigo.
Escribo tu nombre en mi lengua
y mis labios no saben pronunciarlo.
Entonces lucho con mi deseo contra la resonancia y el silencio,
pero tu nombre se resiste a ser pronunciado por mí.

De repente despierto y me encuentro con las paredes de mi habitación garabateadas:
Tú estás en ellas con tu nombre y tu figura,
y tu rostro...
y tu risa...
y tus ojos...
y tu decidora mirada.

¿Cómo despertar en ti?
¿Cómo amarte dormido en tu cuerpo,
corazón trémulo?
¿Cómo ahogarme en ti,
humedad de mi deseo?

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