jueves, 29 de noviembre de 2012

Caminante

La vida es un cruce de caminos de mucho cuidado. Y se tiene que elegir uno, pero si no nos sacudimos la torpeza y elegimos bien, un día podemos echar la vista atrás y darnos cuenta de que caminamos solos. Y entonces empiezan las preguntas: ¿Y dónde está la gente...? ¿Y dónde está ella...? ¿Y qué hice yo para merecer este castigo...? Y qué penita y qué dolor. Hay que andar listos a la hora de elegir el camino, y la compañía, antes de hacer camino. Y nunca dejar de mirar de soslayo. Y aquí no valen insinuaciones ni muecas. Hay que ser prudentes y selectivos, que el camino es largo. Y luego caminar con perseverancia sin descuidar a quien elegimos para acompañarnos. Y de cuando en vez recordarle que seguimos a su lado, y lo que haga falta, a pesar de los pesares.

Y si en un descanso por el camino, sin venir a cuento, que así es la vida, por un aquel recordamos del refranero popular aquello de "tirar la piedra y esconder la mano", mejor quedarnos con la piedra y construir algo, lo que sea. Pero si por elegir fuera, qué mejor que un hogar y una familia, no me canso, la familia, y una amiga, y trabajo para todos, ay, dona, vendrán tiempos mejores. Y salud. Y que la esperanza sea eterna como tus ojos de triste mirada lo son en mi mente. Basta de "tirar la piedra y esconder la mano". Basta de hacer daño porque sí. Basta de ir por la vida como el siroco que impone su fuerza a un mar cualquiera. Basta de amores carcomidos por el paso de los años. Basta de desamor, que la vida apenas son cuatro párrafos que enmudecen la conversación.

Se impone la cordura, la de unos y otras, la de todas y todos para sobrevivir. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Antonio Machado.

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