Es noviembre y las cosas no van ni regular. Incluso van a peor. Cuando amanece y el ánimo está desvalido, a uno le salen cosas que no debiera contar. Pero si no lo cuento... y no hablo de dona, sino del farmacéutico de mi pueblo:
-Este medicamento no lo cubre la Seguridad Social , si lo quieres te tengo que cobrar su importe integro.
Sé que el farmacéutico no es culpable, ni el medico a no ser que tenga orden de recetar medicamentos que no cubre la Seguridad Social para ahorrarse unos euros. Se comenta que nos recetan medicamentos que antes no pagábamos. Y hay otros. Ni enfermar podemos porque la pensión no alcanza. ¡Qué país!.
-Señor farmacéutico, óigame usted: ¿de qué podría enfermar que mi pensión se lo pueda permitir? Si no estoy enfermo en casa no me quieren. Me echan a la calle. Y me aburren las batallitas de algunos.
-No sabría decirte, cada semana aparecen medicamentos que estaban subvencionados y ya no. Pero de cáncer podrías enfermar. Por ahora.
-De cáncer me da miedo.
-Lo tomas o lo dejas.
-Suena a chantaje.
-Es lo que hay.
-¿Y si me encadeno a la puerta del ayuntamiento para protestar por tanta injusticia?
-Te enviarán los antidisturbios.
-¿Y si me pongo en huelga de hambre?
-Si no estorbas... pero al provocar a sabiendas un perjuicio a tu salud pagarás las medicinas con recargo.
-Sabe qué le digo: si me tengo que morir no quiero enfermar. Aunque no me quieran y me echen. A pesar de las batallitas de algunos.
-Como quieras, pero morirse es gratis. El entierro no, pero morirse sí. Recuerda.
-Pues no, ni morirme ni recordar quiero.
-¿Te das cuenta la cola que me estás creando en la farmacia?
-Perdone, ya me voy: guárdeme cita para el día 27 de colesterol. ¿Tendrá usted colesterol, verdad?
-¡Que te vayas!.
-No sabría decirte, cada semana aparecen medicamentos que estaban subvencionados y ya no. Pero de cáncer podrías enfermar. Por ahora.
-De cáncer me da miedo.
-Lo tomas o lo dejas.
-Suena a chantaje.
-Es lo que hay.
-¿Y si me encadeno a la puerta del ayuntamiento para protestar por tanta injusticia?
-Te enviarán los antidisturbios.
-¿Y si me pongo en huelga de hambre?
-Si no estorbas... pero al provocar a sabiendas un perjuicio a tu salud pagarás las medicinas con recargo.
-Sabe qué le digo: si me tengo que morir no quiero enfermar. Aunque no me quieran y me echen. A pesar de las batallitas de algunos.
-Como quieras, pero morirse es gratis. El entierro no, pero morirse sí. Recuerda.
-Pues no, ni morirme ni recordar quiero.
-¿Te das cuenta la cola que me estás creando en la farmacia?
-Perdone, ya me voy: guárdeme cita para el día 27 de colesterol. ¿Tendrá usted colesterol, verdad?
-¡Que te vayas!.
-Señor, ¡qué carácter!, pareciera que no cobra los medicamentos subvencionadas por las SS.
En un país en el que unos prometen arreglar lo que otros estropean y todo va a peor, el pueblo no encuentra esquinas para llorar. En el Estado de Bienestar subyace el fraude de ley. Tecnicismos bastardos. Intereses privatizadores. Y ahora Rajoy no rebajará el IRPF que prometió. La verdad, para los que trabajan... La verdad. Cada día amanecemos con nuevas verdades que nos parten el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario