Los pacientes medicados consideramos que tenemos una oportunidad de seguir viviendo. Quien haya tenido la desgracia de andar por el aire, si no le queda otra que hacer de su dolor un llanto, podrá encontrar en cada sentimiento, algo esto que no es, lo que caracteriza la amistad. Ni una llamada, ni un correo electrónico. En el día a día se nota que algo anda mal, algunos no sabemos describirlo, pero se nota en el comportamiento humano, en el hablar pesaroso y en ocasiones en el silencio.
Tengo la impresión que he sufrido un accidente que no esperaba, un fenómeno paranormal, un shock. Y no sé si este dolor o el otro, el de la indiferencia, lo superaré algún día.
¡La esperanza es lo último que se pierde!, que no los iPad de sus señorías. Lo superaré, claro, volveré a la normalidad o me transformaré en síntesis perfecta.
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