La sociedad está desgarrada, expuesta al empuje de una economía plena de incertidumbres pero no fragmentada. La sociedad no está fragmentada y ayer se vio claramente que eligió luchar. Porque no pasa un solo día que Rajoy no intente asesinar la esperanza. El pueblo no se rinde.
¿Por qué todo se repite machaconamente? Si las reformas y los recortes no fueron acertados, y ejemplos desgraciadamente sobran, ¿por qué no dar marcha atrás? Dicen que reconocer errores es de sabios. El pueblo demanda correcciones, ¿acaso ayer no lo manifestó alto y claro? ¿Cómo entrar en las razones que motivan a un gobierno que se oculta en las profundidades de un mar tan alejado de la costa?
La sociedad paga las consecuencias de una política económica asfixiante. Cambiaron algunas veces los partidos políticos en el gobierno desde la democracia, pero nunca sus decisiones lastimaron al pueblo como éste. Este gobierno nos hará vivir hechos dolorosos si no cambia de proceder.
La política es innecesaria, pero los políticos que consienten ingerencias externas y que dañan el futuro de su pueblo no son de fiar, como algunos viernes. Los políticos alcanzan sus ambiciones mientras el pueblo pierde la fe. Sin embargo, escuchar a Dios es mucho más que tratar de oírlo, es ponerse a su servicio, a su voluntad, a su mandato... Son políticos creyentes discípulos de Rouco y su iglesia, ¿entonces? Y ahora Gallardón, además del aborto sin problemas en Londres, para recurrir una multa de tráfico de 100 euros hay que pagar 200 si no se apela que entonces... Gallardón, el tapado socialista del PP. ¡Hay que joderse!. Sería genial un cambio de rumbo con perspectivas humanitarias. Pero no sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario