martes, 20 de noviembre de 2012

Paz

Es tarde para seguir con lo mismo, para divagar en la estupidez. No quiero volver a lo de antes. Y para que lo tengas claro, para que no tengas dudas, el acontecer que se avecina, que no es dolor de ausencia, porque en el amor no hay culpables, tendrá que ver con la mirada que dirige su vista hacia donde sale el sol. Hablo de un compromiso, del mío que es el tuyo, y de cómo soy: de que Rajoy me altera y que el pueblo sufre. Que sí a la poesía y al amor, pero vivo en este mundo... ¿Comprendes? Entonces, hablo de los detalles y no del Sabina y unas cañas y unos versos y otros besos en un viernes de fiar. En medio de situaciones estresantes es preciso reflexionar sobre los aprendizajes de la vida. Fortaleza de espíritu. Hablo de ti y de mí y de nadie más. Te pido tolerancia. Gracias. Por mi parte dedicación.

La Cumbre Iberoamericana no me gustó: por cada espejito una violación de los derechos humanos. Sí, eran otros tiempos. Pero ahora nuestras empresas esquilman igualmente. Entonces, es tiempo de ser humildes.

No quiero ni deseo que te enfades, tampoco que me defiendas; no quiero el perdón de nadie; no quiero razones nauseabundas. No quiero que me robes más ternura desatada entre mi piel... Uy, perdón.

Si tú quieres, llevaremos el trance lo mejor que podamos, sin cargarnos negativamente. En la dificultad subyace un propósito común. Yo estaré en condiciones de volver a la verdad que te interesa muy pronto. Pronto volveré a escuchar la voz interior del bendito amor y la santa poesía.

Es cuestión de tiempo. Soy libre, así que cualquier emoción que surja la experimento y desata mis furias o mis amores. No rompas nuestro compromiso, esfuérzate en comprenderme. Paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario