Escribir para uno mismo es estupendo, se aprende, pero si por un descuido de esos sin explicación de la vida alguien te lee, la cosa se complica. Has de saber de lo que escribes. No hablo de mí, sino de unos y otras, comentaristas de los periódicos que no saben ni aprenden. No tienen rigor analítico. De manera especial cuando hablan de la economía del país. Y luego confunden a los que no saben con ese predecir los efectos del petróleo, por un decir, como si fueran la bruja Lola.
Es de ignorantes escribir en los periódicos que la caída de precios del petróleo va a producir una debacle en las finanzas del país a corto y a medio plazo por la pérdida fiscal. Qué debacle y qué perdida fiscal si baja el petróleo y no baja la gasolina. Para que ocurriera una debacle o hecatombe si es peor, de seguir en este plan, deberían bajar proporcionalmente los precios de la gasolina y el barril de petróleo.
Ellos no saben y escriben. Pero yo tampoco sé por qué no baja la gasolina si baja el petróleo. Tampoco el impacto que tendrá en la economía mundial. Si ese temor a la deflación acabará con lo poco bueno que aún nos queda.
El impacto de la deflación debiera llevar a una caída en el mercado financiero por la perspectiva en la caída de la rentabilidad de las inversiones. Nosotros estamos muy endeudados y tampoco sé si nos costará más dinero financiar nuestra deuda. Pasa por gastar menos y ahorrar más. Pero eso ya sería cosa de Dios y Rajoy. A Dios no lo veo y Rajoy no echa marcha atrás con la reforma laboral y los 648 euros del SMI. Y los dos euros de los pensionistas que mi esposa anda atarantada porque no sabe si ahorrarlos o ir de vacaciones. ¡Joder, dona qué país!. Prometo que es cierto lo que voy a contar. Ocurre y está ocurriendo en mi pueblo:
En mi pueblo hay un almacén de naranjas que contrata a los trabajadores por cero horas semanales. Sí. El trabajador solo tiene que tener el móvil encendido y esperar que le llamen. Les llaman un par de horas antes de entrar a trabajar. El tiempo justo para coger los tres bocadillos. Si media jornada un bocadillo. Si dos dos bocadillos. Y si tres tres bocadillos. Sabes cuándo entras pero no cuándo sales. Las jornadas si no llueve suelen ser de 14 a 18 horas. Ah, y no contrata el almacén, contrata la ETT; con eso quiero decir que si no te llaman ni cobras ni cotizan por ti. ITT como le dice mi esposa. Tal vez porque el tema es un mal guión para una peor película.
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