Una amiga se adelantó a El Corte Inglés en la fábula y un amigo en la realidad. ¡Feliz Navidad!. Sí, no me gustan estas fiestas, pero no me gustan a mí: hay mucha gente que vive con verdadero amor y fraternidad la Navidad. Espíritu navideño.
De viejo, me gustaría sentir de niño pero ya no me queda inocencia. Lo lamento, los viejos estamos más cerca de las miserias. Los niños no. Y eso es bueno. Los viejos padecemos por todo porque estamos más cerca de todo, incluso de la realidad. La realidad son las familias que pasan hambre. Que no se puedan llevar a la boca una peladilla vale, pero un trozo de pan... Privilegio para algunos. No hay culpables. Los muertos si viven pasan hambre.
No hablo de combatir la corrupción, sería un descaro, hablo de pobreza. La pobreza del pueblo: ¡El pueblo pasa hambre, no me canso, la familia!. Los niños... los niños. Bienaventurados los que se hacen los buenos.
-Indelicadezas las justas, que es Navidad.
-Sí, pero no para todos. Los hijos de nadie no son hijos ni de Dios. "Hasta la piedra que no es bien pura se quiebra". Lo leí en la Biblia. Y si la Biblia no miente: La piedra es el pueblo.
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