Más allá del olvido habita la muerte
que antepongo a la vida.
Sin responder a un presagio
un destello frágil asoma
envuelto de ausencia
cuando el silencio insinúa tu rostro.
Rompo la distancia
y aparece tu nombre.
Respiro aletargado
en la incertidumbre
que me encontró en tu lecho
y murmuro extremos vedados a tu cuerpo.
Tu nombre es lo que me queda de ti,
y la mentira que habitamos.
Muy bonito.
ResponderEliminar¡Feliz solsticio de invierno!
Igualmente. Recuerdos en casa.
ResponderEliminarSalud.
La mentira que hablamos. A lo mejor si se repite mucho logra ser verdad.
ResponderEliminarCuentos chinos.
ResponderEliminarBlah, con eso de que soy cuentacuentos y además en desuso pues... pero chinos no, los chinos no me gustan más que en el pelo.
ResponderEliminarA todo le sacas punta... Beso.
ResponderEliminarSalud.