Decir que hubo un tiempo que fue mi inspiración y mi ánimo para escribir el día. Elegante se la veía desenvolverse en cualquier ambiente. Amiga como la que más. Y hoy, qué sorpresa al leer la página de sucesos y encontrar su nombre. Muerta, ahora puedo decir que, si de amistad hablo nadie como a ella. Amiga del alma.
Fue mi confesora, la inspiración de los mejores comentarios entre sueños y otros versos. Versión celestial: La Magdalena. Meteduras de pata convertidas en alegrías fruto de su generosidad. Floración perenne del azahar.
¿Y ahora qué? Mientras esperaba que algún día volviera mantenía una esperanza... ¿Y ahora? Entregada su alma al Creador qué me queda...
¿Se murió de a deveritas o se murió en tu memoria?
ResponderEliminarNo ... deveritas que no sé.
ResponderEliminarNo pus así ni idea qué decir. Con eso de la resurrección igual cualquier dia se levanta.
ResponderEliminar¿Ya qué? Lo dicho, belleza mata inteligencia.
Quizá la belleza y la inteligencia no estén reñidas... No sé... deveritas.
ResponderEliminarHa quedado claro !
ResponderEliminarSaludos
Veremos. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud.