Si me sigues leyendo fue una verdad que traje a de soslayo hace tiempo a modo de comentario. Trataba de explicar a una mujer que por más dolor fingido no me olvidaría. Pues bien, a esa mujer, le puedo asegurar, como ella puede asegurar que existe Dios, que lee cada mañana en de soslayo la verdad que necesita para emprender el nuevo día. Y que tampoco me ha dejado de querer. Eso es bueno, mujer.
Mujer: Viene la aclaración al comentario de hoy porque el azahar no quiere que vuelvas a cambiar de acera y se ha confabulado con las esquinas para que, sin excusas, nos volvamos a encontrar. No te quiero perder. Perder a veces es la mejor manera para ganar aquello que no le damos importancia. ¿Y qué no tiene importancia en la vida? Duele vivir alejado de la verdad. Duele, me duele que no veas tus ojos brillar al doblar la esquina y encontrarnos. Todo a su tiempo ¿verdad? No cabe duda que el azahar cumplirá su propósito, no lo defraudes. El reencuentro será inminente a no ser que tanta duda y falsedad vertida en los mentideros de la ciudad se vuelva en contra, que sería tanto como volverse en contra de la amistad. No permitas que eso ocurra, que nada ni nadie se salga con la suya, obra según te ordene el corazón y no dejes que se impongan a tu voluntad. Cambia de proceder y aborta el compromiso con gente que no te conviene... Humilde de corazón libérate. Sería maravilloso volver escuchar de tus labios palabras de amor. Gracias... (de nada).
Bien !
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