"Mientras
llega el día, y llegará cuando tú quieras, no dejes escapar esa
sonrisa de soslayo que diseñaste ayer para mañana". Viene del comentario de abajo.
Todo
parece indicar que de momento el silencio será lo más conveniente
para lo dos... Si ciertamente te hago daño yo culpable, mientras tú creas que no lo soy. Es lo único que me importa. El
tiempo que nos hizo daño ha llegado a su fin,
y qué bueno que así sea. Ocurrió porque tenía que ocurrir así, a no ser que creas que pudiera haber ocurrido de otra
manera y entonces digo no. Por más insultos y más falsedades digo
no. Cuando quieras ante un café negro te lo
explico ahora que solo importa la verdad. El tiempo
nos hizo daño. Recuerda que desde el principio te dije que
no te fiaras... de mí no, de ellos y ella, ¿verdad que eso siempre estuvo
claro? De otra manera no me lo perdonaría, aunque volvería a obrar de la misma manera, como
tú tal vez. Obramos sin culpas ni culpables.
Como en el amor.
Me duele la cabeza a horrores y tenía pensado ir a Les Seniaes pero antes se me ocurrió escribirte para decir que lo que ocurrió entre nosotros, y, sobre todo de la manera
que ocurrió, hasta Dios lo vio. Sería pues una lástima que tú no lo hayas
visto de la misma manera... Y ahora, porque la cosa pasa de castaño oscuro, dile a tus aduladores que ya les vale de cantar miserias por ti. Que en ti no hay ni hubo rencor hacia mí. No se enteran. Gracias... (de nada).
Para el dolor de cabeza viene bien un buen corte de la ídem viene bien. Desaparece en menos de lo que canta un gallo. Ahora que si prefieres algo menos drástico, puedes tomar medio vaso de jugo de limón. Ya de plano no se te quita vendría bien leer uno que otro blog personal de esos que pululan en este mundo de letras.
ResponderEliminarQue te sea leve compañero.
Buenas por cierto.
Muy buenos...
ResponderEliminarGracias por tu consejo. Beso.
Salud.