Estamos tan intoxicados uno del otro...
Estamos tan intoxicados uno del otro
que de improviso podríamos naufragar.
Este paraíso incomparable
podría convertirse en terrible afección.
Todo se ha aproximado al crimen
Dios nos ha de perdonar,
a pesar de la paciencia infinita.
Los caminos prohibidos se han cruzado.
Llevamos el paraíso como una cadena bendita,
miramos en él, como en un aljibe insondable,
más profundo que los libros admirables
que surgen de pronto y lo contienen todo.
Anna Ajmátova, poetisa, falleció el 5 de marzo de
1966.
Que cosa más linda de poema.
ResponderEliminarBuenas madrugadas. Opino igual: lindo poema. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Muy bueno...
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