lunes, 7 de abril de 2014

La musa de los poetas del mes de abril

Hace un año escribí:

El cielo de abril cambió de color. Se olvidó que es primavera y empezó a llover como si nunca lo hubiera hecho. Y si bien es cierto que nunca llovió que no parase, me hizo dudar hasta el punto de creer que no era abril, o que había dejado de ser el mes de la musa de los poetas. ¿Abril ya no es el mes de la musa de los poetas?

Entonces hablo del mes abril, de llover, de la primavera, de la santa poesía. Hablo de la musa de los poetas del mes de abril. Hablo de una niña hecha mujer antes de tiempo. Ocurre, está ocurriendo, que no conforme con ser mujer, una niña salió a la calle y empezó a saltar con sus zapatos nuevos en los charcos con risas curiosas. Sus pasos no contados caminaron un poco más atrás de sus preocupaciones. Una mujer una niña: La musa de los poetas del mes de abril.

Y un años depués:

La musa de los poetas del mes de abril (y de todo el año), independiente de abril, de sus consecuencias, vive alejada de las influencias que debiera tener para reunir la inspiración espontánea de los poetas. Quizá ni había nacido cuando el último de los poetas pensó en ella... Corren malos tiempos para la inspiración de los poetas. La realidad culpable. Por haber vivido abril en más ocasiones, puedo asegurar que un año es apenas, pero hecho de menos su inspiración...

9 comentarios:

  1. Quizá la musa se ha encontrado con la hoja en blanco y no tiene mas que decir.

    ¿Un año ya?

    El domingo es la carrera.

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  2. ¿Y entonces? ¿Le llevarás un jamón al del cronómetro?

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  3. No, aquí si le llevas jamón se te quedarían viendo raro, mas bien tendría que darle dinero o una botella de vino pero no corro contra reloj sino contra otros mas.

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  4. El domingo pasado la hicimos aquí... es hermosa una carrera por la vida.

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