Miseria.
El otro día vi
a un rico
de pie en la puerta del templo.
Tendía sus manos
llenas de piedras preciosas
a todos los transeúntes, diciendo:
-Tened compasión,
tomad de mí estas joyas.
Me han puesto el alma enferma
y me han endurecido el corazón:
piedad, tened piedad,
tomadlas,
haced que me cure.
Pero nadie le hacía caso.
Khalil Gibrán, poeta, falleció el 10 de abril de 1931
Nadie hace caso...
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