Vivo donde quiero vivir. Soy privilegiado porque tuve la ocasión de
elegir: no todos pueden, yo elegí y acerté. Donde vivo se nota la crisis, la gente pasa necesidades, la crisis se nota en unos más que en otros. De todo hay y peor, en especial existe un gran deterioro de la esencia ética: tengo dolorosos ejemplos. Las discusiones vecinales son frías
y no llegan a acuerdos. Cada cual va a lo suyo sin importar lo de los demás: "si tú penas peno yo, amor". O salimos de la crisis unidos y volvemos a los
valores ciudadanos, al respeto colindante y a otras maneras de ver y de
pensar, a la reconciliación que añoro, sin olvidar que el camino a tomar es igual para todos. Y crear futuro: el futuro será de todos y para todos o estamos perdidos que es tanto como seguir en manos de los que gobiernan a golpe de decreto en el más absoluto secretismo. Las
cuentas de los que nos gobiernan han de ser claras justificando cada euro para hacer pueblo sin olvidar que el
pueblo somos todos y no algunos. A los que por suerte o engaño están ahí con vocación de seguir, por cierto, y viene la tontería: recuerdo quien a lágrima viva dijo:
¿Por qué luchar
por lo que nunca será mío? Susana Díaz también dijo: "Soy 100% del PSOE, pero el PSOE nunca será 100% mío". (Recordar a veces es morir). Vocación ciudadana. Gracias... (de nada).
Bien visto...
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