En medio de todos los problemas apareces tú creando otro mayor.
No voy a asumir el compromiso de ser parte de otras miserias. Cada cual que se arregle con los suyos, hablo de esos fariseos con tanta emoción contenida.
Otra cosa fuera (dentro no cabes) que Jesús el Cristo te haya
desahuciado. Perdón, ¿tienes cansada el alma? No me negarás que nos
quedan preguntas por hacer. Te vas y nos queda saber algo más de lo que sabemos. Sin querer la
tarde se nos fue yendo de los dedos. Vale el mes de abril para un verso pero no vale la Semana
Santa para un adiós. Un revolucionario de antes no te lo hubiera consentido. Pero un
viejo de ahora acepta sin rechistar las disculpas. Por cierto, si un
viernes de mercado me acompañaras a comprar disculpas para la semana sabrías lo
que son disculpas convincentes de verdad. Es difícil escribir a una niña en los
años altos... Ni tú ni yo queremos crecer pero crecemos y de viejos
no pasamos. Ya te digo. Cuando antes dejes de comportarte como niña antes
aceptarás la literatura como salvación. Escribir al amor y la santa poesía nos salva. No comprendo porqué me
abandonas cuando parecía que tú eras la que iba a salvarme. Tú como Él. Pero sigo aquí. De poco me sirve conocer la verdad si la mentira puede más. Gracias... (de nada).
Bien...
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