Con la seguridad de su parte -a las fuerzas de seguridad me
refiero-, y con camisa fucsia vestida, estaba por titubear pero me contuve por vergüenza: pensé que era una hermosa mujer además de
amiga. Ocurrió esta mañana y duró lo que dura un mirar por encima del hombro y que la llamaran al ihpone por teléfono. Es una mujer muy ocupada, estoy seguro que de poder, no podía, era evidente, la llamada al ihpone por
teléfono lo confirma, me hubiera dado un beso casto en la mejilla.
No pudo y se fue. Así llevo tres años esperando a la luna de Valencia. Gracias... (de nada).
Bien...
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